Aprendizaje para toda la vida

La velocidad con que se ha transformado nuestro mundo y la forma en que vivimos, la manera en que nos comunicamos, en que obtenemos información, el cómo trabajamos y las habilidades que debemos tener para continuar siendo necesarios en nuestro empleo, nos obliga a preguntarnos cómo podemos mantener el ritmo y no quedarnos a la mitad de esta carrera.

Aunque se trata de un concepto en torno al cual se discute desde hace muchas décadas, conviene traer a la mesa la idea del Aprendizaje a lo largo de toda la vida o lifelong learning como una posible respuesta a esta interrogante y comenzar a verla como algo que ha dejado de ser un buen deseo y, ante las nuevas circunstancias, se ha convertido en un objetivo inaplazable.

Para poder entender qué implica el Aprendizaje a lo largo de toda la vida, hay que empezar por modificar la idea de que la educación es un proceso que solo sucede en la primera parte de nuestra existencia y asumir que, en un mundo de cambios vertiginosos, la capacitación y actualización constantes son indispensables en todas las etapas de nuestra trayectoria laboral. Además, conviene estar conscientes de que, en este paradigma educativo, los parámetros de la enseñanza-aprendizaje se modifican constantemente de acuerdo a los requerimientos de la sociedad por instruirse, tanto en el aspecto laboral y académico como de esparcimiento.

Es decir, en este escenario, los miembros de una sociedad no solo deben disponerse a continuar aprendiendo de manera permanente -tomando ventaja de la gran variedad de alternativas que ofrecen los sistemas formales de educación y del extenso universo de lecturas y cursos en línea disponibles- sino que deberá ser en temas y ámbitos que sean vigentes y necesarios para la vida laboral en los momentos actuales.

Este paradigma recibe cada vez más apoyo de numerosos países, que buscan llamar la atención sobre su importancia y están comenzando a apoyar estrategias de implementación entre la población.

Ahora bien ¿el aprendizaje para toda la vida se limita a la voluntad y posibilidades de cada individuo? ¿o deberíamos aspirar a que se implemente en México como parte de una política pública? Como personas, ¿qué tanto sabemos de este concepto? ¿qué tan dispuestos estamos a continuar aprendiendo fuera de las aulas? ¿vemos algún beneficio en ello?

Con el propósito de dar respuesta a algunas de estas preguntas y de poner sobre la mesa la discusión sobre este tema, el Centro de Opinión Pública de la Universidad del Valle de México realizó la presente investigación, que consistió en un acercamiento cualitativo y uno cuantitativo. El primero permitió identificar, desde la opinión de expertos en el sector educativo, cuáles son las oportunidades y retos que enfrenta México para implementar entre la población una estrategia de aprendizaje para toda la vida. El enfoque cuantitativo brindó información sobre cómo la población percibe la idea del aprendizaje para toda la vida, qué aspectos la motivan o la frenan, qué áreas de conocimiento o temáticas le resultan relevantes y, en general, qué mecanismos utiliza para la adquisición de conocimiento.

Vale la pena anticipar que este estudio brinda un panorama interesante. A través de las conclusiones de los expertos consultados, permite ver que México tiene abierto el camino ante sí para implementar estrategias formales que fomenten el aprendizaje para toda la vida; tiene enormes retos, pero también grandes oportunidades.

También es posible vislumbrar a una población que muestra una actitud positiva frente a la adquisición de nuevos conocimientos y que, más allá del tiempo que debe transitar por el salón de clases para cumplir con su educación formal, ve la posibilidad de mejorar su vida si logra aprender cosas nuevas y útiles en forma constante.

El aprendizaje para toda la vida en el contexto actual

¿Qué es el aprendizaje para toda la vida?, ¿en qué radica su importancia? Los expertos entrevistados señalan que el aprendizaje para toda la vida consiste en la posibilidad de seguir aprendiendo una vez concluida la educación formal, con el objetivo de desarrollar nuevas habilidades o para fortalecer habilidades con las que se cuenta, ya sea en el plano laboral, profesional o en el plano personal. El concepto de aprendizaje para toda la vida implica comprender el aprendizaje como una característica inherentemente humana, que éste no termina cuando se concluye la educación formal o cuando se entra al mercado laboral; implica que el ser humano puede aprender de forma permanente sin sujetarse necesariamente a un espacio físico a un tiempo ni a una edad y que el aprendizaje no se circunscribe exclusivamente a las aulas en un sistema educativo formal.

El aprendizaje para toda la vida adquiere mayor relevancia hoy en día debido principalmente a dos factores: la rapidez con la que suceden cambios en materia laboral y educativa, lo cual vuelve primordial una actualización del conocimiento que permita a la población mantenerse en el mercado laboral y adecuarse a nuevos mecanismos de aprendizaje; y en segundo lugar, en un contexto donde la automatización es más frecuente y tiene cada día mayor relevancia, el aprendizaje para toda la vida se vuelve un elemento diferenciador que posibilita que el ser humano realice actividades más reflexivas que pueden ser más estimulantes como individuos.

“Es necesario como profesionistas regresar y enterarme que está sucediendo con nuevas tecnologías y temas para seguir siendo competitivos”

Jaime Martínez Bowness. Presidente Fundación Pro Universitaria

En este contexto resulta importante saber cómo conciben los mexicanos el aprendizaje. Al analizar el interés y la disposición de la población ante el aprendizaje encontramos que si bien, 66% disfruta leyendo o viendo información sobre temas que le gustan y 56% siente inquietud por aprender cosas nuevas, únicamente 40% se dice dispuesto a pagar por aprender sobre cosas que le gusten y un porcentaje menor (32%) señala practicar lo que aprende. Resulta alentadora la primera lectura que nos muestra disposición al aprendizaje, sin embargo, pareciera que éste nuevo conocimiento no siempre se concreta por medio de la práctica y tampoco existe disposición a invertir en el aprendizaje.

Interés y disposición de la población ante el aprendizaje. ¿Qué tanto le definen cada una de las siguientes frases?

En otro acercamiento, al preguntar a los encuestados si han recurrido a algún video o tutorial de internet que los ayudase a tareas especificas, tales como una capacitación relacionada con el trabajo, ayudar a alguien de la familia a resolver una tarea escolar, etcétera, en promedio más del 70% de los encuestados respondió que ellos, o algún familiar, han recurrido a estos tutoriales. Este comportamiento saca a la luz que la población, de manera general, no percibe que el aprendizaje que están llevando a cabo es puesto en práctica, sin embargo, al proporcionarle ejemplos concretos de tipos de aprendizaje que se pueden realizar sobre cualquier actividad cotidiana, la mayoría señala haber realizado algún aprendizaje de este tipo.

Otro aspecto que caracteriza al aprendizaje en el imaginario colectivo es que este se adquiere principalmente en las aulas escolares (28%), percepción que incrementa entre aquellos con menor nivel escolar. En contraste, los expertos entrevistados recalcan la importancia de englobar dentro de la categoría de aprendizaje tanto el conocimiento adquirido en la educación formal como el obtenido fuera de ella, lo cual nos habla de la urgencia de comunicar que el aprendizaje no está restringido a las aulas escolares, así como de fortalecer que el aprendizaje puede darse sobre cualquier actividad social, terreno e intereses que, a la par de resultar útil, sea una necesidad, un gusto y una satisfacción para la población.

¿Dónde considera la población que se adquiere el aprendizaje?

Para 28% este se adquiere en un aula escolar

27% considera que en las actividades cotidianas

15% cree que en el trabajo

Para 14% en el hogar/familia. Igual porcentaje considera que se adquiere por cuenta propia

Hacia una nueva concepción del aprendizaje

Si bien es cierto que un requerimiento mínimo del aprendizaje para toda la vida es fortalecer las bases de la educación en la infancia, ya que es en la primera educación donde se siembra en el individuo el interés por el aprendizaje continuo y autogestivo, los esfuerzos deben de ir aún más lejos. Un esfuerzo indispensable es inculcar en el individuo el aprendizaje como un proceso volitivo . Un segundo esfuerzo es abrir el concepto de aprendizaje. Si se quiere que el aprendizaje para toda la vida permee entre la población los expertos entrevistados señalan que es imprescindible comunicar que éste no significa regresar a la escuela (y considerando que la educación formal no fue la mejor experiencia para muchas personas, existe una mala percepción del aprendizaje en general), por ello es importante comunicar que el aprendizaje para toda la vida no significa regresar a una institución educativa, “el aprendizaje es que la gente tenga un apetito en cualquier tipo de aprendizaje, pueden ser actividades sociales o cosas que les gusten” y puede ser adquirido en diferentes espacios y por diferentes medios.

¿Cómo adaptarse para implementar el aprendizaje para toda la vida?

México tiene un sistema educativo que favorece una educación formal escolarizada, por lo cual se requieren cambios en la concepción del sistema educativo, de la escuela y del aprendizaje. Estos cambios implican la apertura de programas que permitan acercarse a la educación de una forma flexible: aumentando alternativas para trabajadores con bajo nivel educativo, proveyendo oportunidades para población de diferentes rangos de edad y contando con ofertas económicas centradas en las profesiones técnicas. Esto se puede lograr apoyándose en la adopción de mecanismos y modelos alternativos de aprendizaje como la educación a distancia, la educación online y programas ejecutivos para profesionales.

“Una estrategia, una política nacional de aprendizaje a lo largo de la vida tendría que ofrecer la posibilidad a las personas de poder cambiar su sector o ámbito laboral […], desarrollar habilidades que puedan permitirle la inserción laboral en otro sector o en otra ocupación en la que no se han estado desenvolviendo.”

Elisa Lavore Fanjul. División de Mercados Laborales del Banco Interamericano de Desarrollo

El énfasis en instaurar y promover estos modelos contrasta con los datos cuantitativos: hasta 87% de los encuestados prefiere aprender mediante una clase presencial y 66% preferiría hacerlo en universidades o escuelas, antes que en un entorno cotidiano como su lugar trabajo u hogar. De igual forma 77% de los entrevistados preferiría aprender guiado por un maestro y únicamente 23% lo preferiría hacer por su cuenta. Las respuestas obtenidas resaltan dos de los retos del sistema educativo: crear y difundir nuevos medios y mecanismos de aprendizaje, y sobre todo generar entre la población receptividad a aprender y hacerlo en esquemas no tradicionales.

Mecanismos preferidos para aprender

Hasta un 87% de los encuestados prefiere aprender mediante una clase presencial

A la par de comunicar que el aprendizaje puede darse a través de distintos canales y mecanismos sobre temas que les gusten a los individuos es igual de importante, demostrar a la población que el aprendizaje para la vida es redituable. Al respecto Jaime Martínez Bowness señala “Difundir casos de éxito de gente que ha cambiado de industria a través de la educación continua, que ha logrado transformarse exitosamente. La gente actualmente no lo percibe”.

Y definitivamente, entre la población, el principal incentivo que se menciona para seguir aprendiendo es la posibilidad de mejorar, en particular, obtener mejores oportunidades laborales (45%), respuesta que se presenta en mayor medida (48%) en aquellos que cuentan con un empleo que en aquellos que no cuentan con uno (39%).

¿Qué hacer en el plano gubernamental, educativo y laboral para impulsar el aprendizaje para toda la vida?

En el plano educativo

Desde este plano se requiere que la calidad de los productos académicos sea regulada exigiendo a las instituciones educativas ofrezcan estadísticas, reportes de egreso, instrumentos informativos, que sirvan como diagnósticos para respaldar la toma de decisiones que regulen la calidad académica.

Asimismo, los entrevistados señalan que se debe impulsar una reforma educativa enfocada en competencias, así como en el desarrollo de los docentes, que cuenten con mayor y mejor capacitación, con libertad de desplegar su imaginación y talento, así como acceso a tecnologías que apoyen su labor.

La difusión y revaloración de carreras o educación técnica también debe de adquirir un papel relevante, al respecto David Calderón comenta: “En México hay una barrera ideológica: todo lo que tiene que ver con educación para el trabajo [es visto como] socialmente poco valioso. Nunca ha sido popular la educación técnica en México”.

Esto implica mejorar la calidad de las instituciones técnicas superiores, ya que ellas cuentan con la ventaja de ofrecer formación flexible. Sin embargo, es necesario recalcar que garantizar que todos los sectores de la población cuenten con la posibilidad de desarrollar el aprendizaje para toda la vida, no implica necesariamente el contar con un título universitario, sino de lograr certificarse en diferentes competencias, que la población domine determinadas áreas con conocimiento y habilidad.

En el plano laboral

Si el aprendizaje para toda la vida depende de la voluntad del individuo para superarse y adquirir o mejorar habilidades tanto en el plano personal como en el laboral, las empresas y empleadores pueden contribuir a desarrollar una cultura de aprendizaje para toda la vida siendo facilitadores del conocimiento. Esto puede ocurrir proporcionando al empleado, durante la jornada laboral, un periodo para el autoaprendizaje. Es decir, se requiere una mayor disposición a invertir en la capacitación continua de los empleados.

En opinión de los expertos entrevistados, las empresas deben considerar las capacitaciones de sus empleados como una inversión necesaria de valor mutuo que puede ser beneficiosa tanto para el empleado, al mejorar sus habilidades personales, como para la empresa ya que podría aumentar la productividad. Ligado a este punto, el gobierno puede alentar la capacitación en el trabajo creando incentivos para las empresas, así como diseñando políticas específicas para trabajadores con bajo nivel educativo.

“El futuro del empleo depende de aprender a aprender.”

Rossana Fuentes. Fundadora y Directora General México Media Lab 21.

También se sugiere que los empleadores, dependiendo del perfil del empleado o plan de carrera profesional, proporcionen al empleado contenidos que puedan ser relevantes, es decir que acerque oferta de universidades, centros de capacitación, etcétera; que exista un ambiente laboral de trabajo que premie y reconozca las competencias que favorecen el aprendizaje, y que exista responsabilidad de compartir con la sociedad y el gobierno las experiencias respecto a los formatos en los que el aprendizaje es más efectivo.

Adicionalmente se podría señalar que un reto que tienen los empleadores es concientizar a sus empleados sobre la necesidad de mantenerse actualizado para seguir vigente en el mercado laboral, ya que datos de la encuesta muestran que 83% considera que con el conocimiento que tiene puede asegurar su trabajo (45% totalmente de acuerdo y 43% de acuerdo). En contraparte, se aprecia que sí existe consciencia de que mayor capacitación repercute en obtener un mejor empleo o puesto (64%) o en desempeñar mejor su trabajo (58%).

Conocimiento y empleo ¿Qué tan de acuerdo se encuentra con las siguientes oraciones?

En el plano gubernamental

Aquí los expertos entrevistados recalcan la importancia de articular el sistema educativo con el mercado laboral mediante una retroalimentación permanente de los actores involucrados: gobierno, empresas y sector educativo. Esto incluye desde desarrollar una política de intermediación laboral que vincule las vacantes existentes con los egresados, hasta la creación de un sistema de información prospectiva que permita anticipar la demanda de trabajo de 10 a 15 años.

Otro elemento a considerar es la necesidad de crear mecanismos que reconozcan las habilidades adquiridas en procesos formativos y en la práctica, así como la certificación y estandarización de competencias y productos académicos. La certificación por competencias debe partir de verificar su utilidad, actualización y valoración en el mercado laboral. Por ello también se vuelve importante mejorar la calidad y pertinencia de los programas de capacitación que ya existen en el país. La reputación de estos programas (por ejemplo, los CECATI’s) es baja y sus certificaciones no están siendo reconocidas por la industria.

“El principal reto es salirse de la inercia de la escuela.”

David Calderon. Cofundador y Presidente Ejecutivo Mexicanos Primero

Para aquella población que no se ha beneficiado del sistema formal de educación, se requiere tener un sistema compensatorio dedicado a dar oportunidades de educación, enfocándose principalmente en grupos de edad o población con pocos recursos. También se puede apostar en programas de capacitación corta, sin que ello cierre la puerta a seguir tomando más cursos que eventualmente puedan convertirse en una licenciatura. Estos esfuerzos hablan de una estrategia de aprendizaje para toda la vida donde un sistema educativo flexible permita a la población incorporarse a diferentes esquemas que permitan el aprendizaje continuo.

Retos a los que se enfrenta México

“Cualquier aprendizaje es legítimo [...] la otra pregunta es si los gobiernos o las sociedades deberían de invertir en cualquier tipo de aprendizaje y la respuesta es no. Es totalmente válido que los gobiernos definan el aprendizaje de toda la vida con habilidades necesarias para entrar al mercado laboral”

Dirk Van Damme. Head of the Innovation and Measuring Progress Division (IMEP), OCDE.

Entre los principales retos que enfrenta México para implementar una estrategia de aprendizaje para toda la vida pueden delinearse:

Conclusiones

A la luz de la revolución tecnológica que estamos viviendo y en donde la constante es el cambio, la actualización permanente es crucial no sólo para aspirar a mejores oportunidades profesionales, sino también para mantener vigente el conjunto de habilidades y conocimientos que contribuyen a la empleabilidad de una persona. Obviamente, los beneficios de la educación continua no sólo se dan a nivel de los individuos, estos también se reflejan en la capacidad de los países para mantenerse productivos y competitivos en el escenario global.

No son pocos los retos que enfrenta México en este rubro. En primer lugar, la forma en que se concibe la escolarización: la masividad, la estandarización y el acceso segmentado por edad, son algunos de los obstáculos. En términos de productividad, un reto importante para el país, ésta puede mejorar a través de impulsar la actualización y pertinencia de las habilidades de la fuerza de trabajo. Por otro lado, la informalidad y el desempleo también se revelan como barreras para mantener capacitadas a las personas en edad de trabajar.

Para finalizar: queda en evidencia que la población entiende el valor y la necesidad de la actualización para toda la vida. También es claro que los distintos sectores, incluyendo al gobierno, la academia y la industria, deberán articularse para implementar una estrategia nacional de “Aprendizaje para Toda la Vida”. Entre las acciones prioritarias no sólo se encuentra la habilitación de mecanismos para hacerlo posible, sino también el fomento de una cultura de capacitación permanente en la población.